La Desinfección

La lejía, indudablemente es el mejor agente desinfectante conocido, elimina la totalidad de los microorganismos conocidos en concentraciones de producto relativamente bajas. Por ello las Autoridades Sanitarias la recomiendan para desinfección y potabilización de aguas de bebida, en áreas médicas y quirúrgicas, especialmente en tratamiento de grandes quemados y limpieza de equipos de diálisis y extracción de sangre, y a nivel doméstico en zonas especialmente susceptibles de estar contaminadas por los microorganismos patógenos como son la cocina y el baño.

Cocina. Una cocina limpia no significa una superficie bacteriológicamente limpia, porque se han llevado a cabo diversos estudios que han demostrado que ni el agua caliente ni los limpiadores generales consiguen eliminar la totalidad de los gérmenes y que solo se consigue una limpieza bacteriológica utilizando lejía. En la cocina son zonas especialmente contaminadas las mesetas, los paños, las tablas de picar, los desagües y los grifos.

Baño. Al igual que en las cocinas además de la limpieza rutinaria se impone una limpieza bacteriológica con lejía, especialmente en zonas delicadas como son los pomos de las puertas, los grifos y botones o palancas de descarga de cisternas y alrededores de las tazas y bidés.

En cuanto a como se ha de realizar la mejor desinfección es recomendable seguir un procedimiento de limpieza siguiendo una serie de pasos y recomendaciones que se resumen en la denominada gota antigérmenes.

Así mismo se ha elaborado una lista en la que se recogen otras aplicaciones, su procedimiento de uso y dosificaciones.